BRASILIA/VITÓRIA.- Caos, asaltos con armas de fuego y decenas de homicidios y asesinatos: una ola de violencia sacude desde hace cuatro días a la ciudad de Vitória en la región sureste de Brasil, debido a una inusual protesta policial que dejó a las calles sin patrullas ni efectivos de seguridad.
Al menos 75 personas han muerto hasta ayer en la región metropolitana de Vitória, en el estado de Espírito Santo, según cifras recogidas por el portal “Globo”.
La situación escaló debido a que familiares de agentes de la Policía Militar del estado vecino a Río de Janeiro impiden desde el fin de semana la salida de los vehículos de patrulla de comisarías y cuarteles, reclamando mejores condiciones laborales para sus parientes.
El posterior aumento de los atracos y saqueos dejó sobre todo a la capital regional, Vitória, prácticamente en estado de excepción, y forzó a las autoridades a suspender las clases y varios servicios públicos.
Pese a que el Gobierno de Brasilia aprobó el envío de más de 1.000 efectivos de las Fuerzas Armadas para patrullar las calles y a la llegada de los primeros efectivos de otros estados federales, los vecinos seguían hablando de situaciones dramáticas.
En las redes sociales circulaban alertas para que la gente no salga de sus casas, muchas personas difundían también videos de violentos tiroteos y asaltos callejeros.
“La situación está fea”, explicó desde Vitória Maluma Pereira Jordao Roepke, esposa de un policía. “Hay muchos robos a mano armada”, contó.
Las autoridades de la ciudad también paralizaron el transporte público por miedo a actos de vandalismo. Vitória parecía ayer una ciudad fantasma, contaban los vecinos. La paralización policial empezó el viernes. (DPA)